Las personas que tienen hepatitis B o C (infecciones virales del hígado) o una enfermedad del hígado llamada cirrosis tienen más probabilidades que otras personas de contraer cáncer de hígado primario en adultos. El cáncer de hígado primario es diferente del cáncer que se ha diseminado de otro lugar en el cuerpo al hígado.
Un médico debe ser visto si aparecen los siguientes síntomas: un bulto duro justo debajo de la caja torácica en el lado derecho donde el hígado se ha hinchado, malestar en la parte superior del abdomen en el lado derecho, dolor alrededor del omóplato derecho o amarilleamiento del Piel (ictericia).
Si hay síntomas, un médico puede ordenar radiografías especiales, como una tomografía computarizada o una exploración hepática. Si se ve un bulto en una radiografía, un médico puede usar una aguja insertada en el abdomen para extraer una pequeña cantidad de tejido del hígado. Este procedimiento se denomina biopsia con aguja, y un médico usualmente usará una radiografía como guía. El médico hará que el tejido se vea bajo un microscopio para ver si hay células cancerosas. Antes de la prueba, a un paciente se le administrará un anestésico local (un fármaco que causa pérdida de la sensibilidad durante un corto período de tiempo) en el área para que no se siente dolor.
Un médico también puede querer mirar el hígado con un instrumento llamado laparoscopio, que es un pequeño instrumento en forma de tubo con una luz en el extremo. Para esta prueba, se hace un pequeño corte en el abdomen para poder insertar el laparoscopio. El médico también puede tomar un pequeño trozo de tejido (muestra de biopsia) durante el laparoscopio y mirarlo bajo el microscopio para ver si hay células cancerosas. Se administrará un anestésico para que no se sienta ningún dolor.
Un médico también puede ordenar un examen llamado angiografía. Durante este examen, un tubo (catéter) se inserta en el vaso sanguíneo principal que lleva la sangre al hígado. El colorante se inyecta a través del tubo para que los vasos sanguíneos en el hígado se pueden ver en una radiografía. La angiografía puede ayudar a un médico a decir si el cáncer es cáncer de hígado primario o cáncer que se ha propagado desde otra parte del cuerpo. Esta prueba se realiza generalmente en el hospital.
Ciertos análisis de sangre (como alfa-fetoproteína, o AFP) también pueden ayudar a un médico a diagnosticar cáncer de hígado primario.
La probabilidad de recuperación (pronóstico) y la elección del tratamiento dependen de la etapa del cáncer (ya sea en el hígado o se ha diseminado a otros lugares) y del estado general de salud del paciente.